Antes de definir las bases del neuromarketing, es pertinente que se especifique que dicha área de especialización proviene de las neurociencias, un área interdisciplinaria de conocimiento de reciente creación, las cuales, en esencia, “se encargan del estudio del sistema nervioso desde el funcionamiento neuronal hasta el comportamiento ” [i]
Una vez teniendo esta base de conocimiento se puede partir a su aplicación dentro del marketing tradicional. “El neuromarketing es la disciplina que se encarga de identificar la respuesta neurofisiológica de los consumidores ante estímulos de mercadotecnia, usar tecnología de neurociencia como electroecefalógrafos, eyetrackers, dispositivos de respuesta galvánica y biosensores”. [1]
Ahora bien, el uso y aplicación del neuromarketing se ha dado en diferentes áreas, en este caso, lo abordamos dentro del ámbito político. En los últimos años, esta técnica se utiliza, principalmente, dentro de las campañas políticas.
Es el caso de la campaña presidencial de Barack Obama ( Sí, podemos ) en 2008, siendo esta pionera en apostar a las reacciones de los electores, donde puede intuir qué partes del mensaje propagandístico interesaban más a la población.
El marketing político ha tomado relevancia a partir de cada vez que los procesos de votación se han vuelto más complejos, la explosión de herramientas comunicativas al instante y el electorado se ha vuelto cada vez más sofisticado. “El neuromarketing político, entonces, es una rama de estudio que utiliza las herramientas de neurociencias, para la investigación de la toma de decisiones y las respuestas neurofisiológicas del ciudadano ante estímulos políticos o gubernamentales. Por su parte el neuromarketing electoral evalúa la respuesta del electorado ante propaganda política y estímulos de comunicación política, durante las campañas electorales”. [2]
Es por ello, que esta disciplina representa un área de oportunidad, relativamente nueva, en las políticas políticas y la forma en como se conciben y llevan a cabo. Sobre todo, ante un hartazgo y poco interés por parte de la sociedad por adentrase en la vida pública y en la toma de decisiones.
Aunque una campaña política no puede basar determinadas en las reacciones neuronales del público al enviar, sí, representa un ingrediente que puede complementar la manera de medir el impacto de las mismas.
El marketing político ofrece una importante herramienta que, hasta hoy, no había tenido que observar en las campañas tradicionales, las reacciones inconscientes de los controles, y así ser más precisos al momento de emitir un mensaje o realizar una campaña.
Con FRSKO Neuroinsights puedes evaluar la repuesta neurofisiológica automática ante estímulos de tu campaña política o electoral, ya sea para una alcaldía, curul o inclusive un cargo federal; a través de nuestro servicio Neuroinsights Político , que se encarga de gestionar, desde una perspectiva diferente, cualquier campaña política.
Cabe recalcar que la aplicación del neuromarketing político no implica la manipulación del electorado. Pero sí enriquece la manera de transmitir y mejorar el mensaje que se ofrece hoy en día en las políticas políticas.
Bibliografía:
[i] (Universidad Pontificia Bolivariana, s / f).
[1] Durán, A (2019). Neuromarketing Digital, FRSKO Neuroinsights.
[2] Gómez, M. y Goldaráz, EB (2014). El neuromarketing: Una nueva disciplina para la investigación de audiencias y de la opinión pública. ICONO 14, Revista de comunicación y tecnologías emergentes , 12 (2), 395-415.